sábado, 2 de octubre de 2010

el arquero

Paz, Amor y Luz. Al servicio de Dios. Somos UNO.
1-11-2010.
El arquero.

Pareciera que viéndole tirar con el arco fuese cosa de niños, el maestro arquero tenía tal grado de destreza que impresionaba ver su acertada puntería.
Un joven que le observaba con admiración se le acercó y dijo:
Maestro, he quedado impresionado con su total maestría en el uso del arco, no ha fallado ni un solo tiro.
¿Puede, maestro, darme algún consejo que me ayude a tirar con tanta certeza?
El maestro sonrió y le dijo:
Muy bien joven, lo primero que tienes que hacer es conocer tu arco, su material, su cuerda, debes de conocer el equilibrio exacto entre tensión y flexibilidad; una vez que conoces esto queda practicar y practicar y practicar, acalla tu mente y no te distraigas y serás un arquero tan bueno o mejor que yo mismo.

Amados hermanos, deseamos que sepan que es lo que ustedes llaman pecado, pecar es fallar, o no dar en la diana, ustedes no son juzgados en ningún momento por Dios, ni les es necesario hacer penitencia, ni siquiera implorar el perdón de Dios, cuando ustedes no dan en el centro de la diana les falta primero conocimiento y segundo practica de ese conocimiento.
Amados hermanos una vez que ustedes saben quien son y actúan de acuerdo a esto, lo único que les queda es no distraerse y así no volverán a fallar en dar en la diana.
Ya les hemos dicho que son libres y que la libertad conlleva responsabilidad, no es más que esto. Si a un niño se le deja manejar un coche, lo más probable es que se produzca un accidente, le falta conocer el medio y le falta practica, sin embargo no es culpable, dejen la culpa y el castigo, no les lleva a ninguna parte, sólo al odio y al rencor hacia aquellos que les han producido un daño.
No piensen que culpabilizando al niño o castigándolo generando odio hacia él, va a aprender a conducir, y el objetivo para que no se produzcan de nuevo accidentes, es enseñar al niño, esta es la única vía.

El burro.
Una vez un hombre salio con su burro al campo a comprar naranjas, puso las alforjas a lomos de su animal y partió.
El hombre empezó a llenar el lado derecho de la alforja, cuando quiso llenar el lado izquierdo, se dio cuenta que no tenia más monedas para llenar el otro lado de la alforja.
El hombre pagó y se puso de regreso. El burro comenzó a andar y la alforja por el peso empezó a escurrirse amenazando con caer toda la mercancía. El hombre al ver esto pensó, meteré unas piedras en el lado izquierdo así compensare el peso.
Esta vez el burro iba equilibrado sin embargo con el doble de peso se ralentizó, por fin el hombre se paró, pensó y tiró las piedras y repartió el peso de las naranjas en ambos lados de las alforjas.
Y así regresó felizmente a su casa.

Amados hermanos, algunos de ustedes mentalmente conocen muchas cosas sin embargo les falta práctica de ese conocimiento.
Ponemos un ejemplo, que alguien conozca lo que es la ética, que incluso sea capaz de dar una conferencia, o escribir un tratado sobre ello, no necesariamente significa que lo lleve a la práctica.
Para andar equilibrados por la vida, es necesario el conocimiento o la razón, y la práctica.
Sin conocimiento y sin razón es muy fácil caer en el fanatismo y en la fe ciega.
Las piedras que ustedes cargan para compensar su mente son innecesarias, no necesitan sacrificios para llegar con sus naranjas a casa.
También les decimos que sin conocimiento es imposible la práctica, como puede uno conducir si no sabe que es un coche.
Alguna de sus abuelas tuvo antojo de rambutan, o phisalis, seguramente que no, sólo en el caso de que sus abuelas fuesen de algún país donde crece este tipo de fruta, por lo tanto tuviesen conocimiento de su existencia.
Es por ello que como hermanos nos hemos puesto en contacto con ustedes para transmitirles conocimiento, esa es nuestra tarea, la suya es la práctica de lo aprendido.
Una vez que ustedes ya conocen quienes son, les compete empezar a actuar como tales, no teman que al comenzar a tirar con sus arcos fallen, es natural, no cesen en su empeño en poner en práctica lo poco o mucho que sepan, cuanto más conocimiento mejor, no se carguen con piedras, caminen ligeros y alegres, y si fallan inténtelo de nuevo una y otra vez asta que su camino sea cómodo y seguro, y logren llevar las naranjas a casa.
Y recuerden que cuando se encuentren en su camino con un burro desequilibrado enséñenle a distribuir su carga, y cuando vean a uno de sus hermanos fallar en la diana ser compasivos y muéstrenle la enseñanza del arquero y no sean burros con el burro.
Usen su mente para conocer, y su corazón para la práctica.
Al servicio de Dios, Somos UNO.

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